Capítulo 69 Melinda dejó Puerto Esmeralda
Marcelo pasó alrededor de dos horas leyendo los articulos sobre Santiago y Melinda. Las habladurías sobre ellos se estaban extendiendo por todo Internet. Los encontró tontos pero frescos. Señaló algunas palabras clave, que fueron Valle Dorado, reducción de la pobreza, gemelos, madre soltera, arrebatar niños, fiesta de cumpleaños de la hija del alcalde, muestras públicas de afecto, montaña rusa, parque de atracciones y más.
-Estaba embarazada de los hijos de Santiago hace siete años. Luego los dio a luz en secreto y las crio por su cuenta. ¡Qué mujer tan increible! Estoy seguro de que no lo hizo por dinero. De lo contrario, contactaria a Santiago justo después de dar a luz a los niños.
Mientras pasaba tiempo leyendo los articulos, Marcelo se perdió en sus pensamientos. Recordó su primer encuentro. Iba corriendo a la estación de policía tras Santiago con una expresión confusa en su rostro. Y se trasladó a su segunda reunión. No podia tener aversión a Melinda, la pequeña y hermosa mujer. Los recuerdos de ella brillaron en su mente. Tomando un trago de su vino, se entregó a sus pensamientos.
A la mañana siguiente, Mónica llegó temprano a la oficina. Llevaba una caja de regalo con el traje que diseno para Santiago. El cariño llenó su corazón cuando pensó en él. Incluso diseñó la caja de regalo con su firma. Mientras tanto, en el dormitorio principal de Puerto Esmeralda, Santiago se despertó para encontrar un espacio a su lado en la cama. Su somnolencia matutina se le escapó cuando se desperto.
¿Está preparando el desayuno abajo?”
El contenido del nuevo acuerdo pasó por su mente. Estaba contento porque nada cambió en absoluto. Deslizándose de la cama, se cambió a su camisa de vestir. Después de eso, bajó las escaleras de buen humor. Al doblar una esquina, notó movimientos en el patio a través de las ventanas francesas. El chofer estaba ayudando a Melinda a meter su maleta en el auto cuando se subió al auto. Luego, cerró la puerta y el auto se fue.
-¿A dónde va, Gael?
Santiago miró al mayordomo, con confusión en su mirada.
-Buenos días, Señor Falcó.-Gael con humildad se inclinó ante él. La señora no me lo dijo, pero le pidió que preparara el historial médico de la Señora Falcó para ella.
Y no te molestaste en preguntar?
El pánico era evidente en el tono de Santiago. Incluso ignoró el asunto relacionado con su madre.
-Lo hice, pero solo sonrió. Pensé que lo sabia. -Gael midió la reacción de Santiago-. ¿Quiere que la traigamos de regreso?
-No hay necesidad.
Santiago desestimó la sugerencia del mayordomo antes de girar en sus talones para ir arriba.
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Entró en la habitación de los niños.
-Buenos días, Señor Falcó. El sirviente se inclinó-, El Joven Samuel y la Señorita Pamela se están levantando.
-¡Buenos días, papá!
Los niños se despertaron. La mitad inferior de sus cuerpos todavia se escondia bajo las sábanas mientras se frotaban los ojos.
-Déjenme ayudarlos,
-Papi, puedo hacerlo por mi cuenta.
Asi es como se siente tener a papá ayudándonos a cambiar. ¡Estoy tan feliz!
-Yo te amo, papi
Santiago les dio una respuesta sincera.
-Yo también los amo.
-Papa, ¿dónde está mama? ¿Está durmiendo o está haciendo el desayuno para nosotros?
El tono de Santiago se mantuvo tranquilo mientras contaba a los niños lo que pasó.
-Se fue con su maleta. ¿Puede alguno de ustedes ayudarme a llamarla y preguntarle a dónde va y cuánto tiempo estará afuera? Pueden informarme con discreción más tarde..
Pamela parpadeó mientras las preguntas llenaban su mente.
-¿Por qué no lo haces tú mismo?
Samuel suspiró y le dio palmaditas en el hombro.
-¡Somos los asistentes designados de papál ILo estamos ayudando con todo lo relacionado con
mama!
En eso, volteó hacia su padre.
-No te preocupes, papi. Lo haré de inmediato.
Samuel marcó el número de Melinda a través de su smartwatch.
-¿Dónde estás, mami?
Incluso la puso en altavoz.
-¡Buenos días, mi bebé!-Su voz le llegó desde el otro lado-. Mamá se dirige a Valle Dorado. Me quedaré allí por un tiempo. Recuerda comportarte en casa. Recibirás una recompensa cuando
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regrese.
Samuel volteó hacia Santiago para ver su reacción antes de preguntar.
-¿Qué estás haciendo allí? ¿Qué quieres decir con un tiempo? ¿Qué pasa con papá y nosotros?
-Soy la lider munitaria de Valle Dorado. Todo pasa a través de mi. Además, ya es hora de revisar la lesión del Señor Leiva. Necesitas comportarte en la escuela. Vigila a Pamela. No causes
ningún problema.