Capítulo 61 Ofreciendo un paseo
Melinda estaba a punto de llorar.
¿En qué parte del mundo estoy?-
No estaban edificios a su alrededor y estaba rodeada de naturaleza. La vista era decente, y los arrozales se extendian a lo largo de los lados de la carretera de asfalto. Sacó su móvil para verificar su ubicación, solo para darse cuenta de que todavia estaba lejos de Puerto Esmeralda. Estaba aún más lejos de Valle Dorado.
Melinda giró su cabeza hacia la izquierda y la derecha para mirar a ambos lados de la carretera, pero no estaba un solo vehiculo para ser visto. ¡Estaba en medio de la nada! Mientras tanto, Salomé acababa de terminar uno de sus lanzamientos publicitarios a un lado del rio cuando miró a su alrededor y vio a Melinda, que estaba parada al lado de la carretera.
-Por favor, vuelva a la tienda para cambiarse, Señorita Galván, pronto rodaremos la siguiente
-dijo un miembro del personal de forma educada.
escena
Sin embargo, Salomé levantó la mano antes de saludar al miembro del personal.
-Hoy ya no voy a grabar más.
-¡Señorita Galván! Tenemos escenas especificas para completar por hoy, todos los miembros del personal programaron su tiempo en consecuencial
El personal protesto, pero a Salomé no le importaban en absoluto los miembros del personal. Aunque estaban molestos por su comportamiento, ninguno de ellos tuvo las agallas de expresar su opinión. Estaban acostumbrados a tratar con gente como ella que actuaba inocente y agradable solo frente a los periodistas. En el fondo, era una mujer arrogante y egoista.
-¡Señorita Galván! -El director persiguió a Salomé y se paró frente a ella-. Tenemos al menos. tres escenas más para completar hoy. Ya revisamos su disponibilidad ayer-dijo.
-Dije que ya no estoy filmando. ¿No entiendes el idioma?
-Señorita Galván…
El director encontró dificil mantener una mirada severa en su rostro. No parecia intimidante en absoluto. Salomé acababa de empezar a alejarse del sitio de nuevo cuando unos periodistas se apresuraron hacia ella con sus micrófonos. Arrugó las cejas durante un momento antes de relajar rápido sus músculos faciales de nuevo. Una dulce sonrisa se extendió por su rostro mientras se erguia en una postura inocente y femenina.
-Se ve hermosa hoy, Señorita Galván, ¿podríamos tomar unos minutos de su tiempo?
-Señorita Galván, čestá planeando mantener su imagen como una figura pública dulce e inocente? ¿Alguna vez consideraria jugar el papel de una madre en sus próximos proyectos?
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-Los rumores afirman que usted tendria que ir a casa para heredar el negocio de su familia si no lo hace bien en su carrera de actuación. ¿Es eso cierto, Señorita Galván?
Mientras los reporteros interrogaban a Salomé, ella miró por casualidad hacia Melinda. Quería asegurarse de que ella estuviera todavia alli antes de proceder con su entrevista.
–
-No deberian creer esos rumores. Tan solo estoy haciendo lo mejor que puedo con mis capacidades. Disfruté de la actuación desde que era niña -respondió.
-¿Por qué la gente dice que Grupo Galván la estuvo entrenando para convertirse en su próxima. heredera, entonces?-preguntó alguien..
-¿No tiene un hermano menor, Señorita Galván? Tiene unos doce años, ino? El joven rara vez se muestra en público. ¿Se mantiene escondido porque está recibiendo entrenamiento para ser el próximo heredero? -preguntó otra persona.
Salomé sonrió con una sonrisa perfecta.
-Como usted dijo, mi hermano está siendo mantenido alejado del público, por lo que no podré responder a sus preguntas sobre él. Gracias por el apoyo de todos, y gracias por su interés en mi Tendré que disculparme ahora, ya que tengo otros asuntos que tratar-contestó Salomé.
Al terminar sus palabras, miró a la distancia para darse cuenta de que Melinda habia desaparecido, ¡Salomé no pudo evitar alejarse de la multitud después de eso! Una vez que llegó a su auto, se fue sin siquiera llevar a su asistente.
Es dificil conseguir un taxi aquí. ¿A dónde fue Melinda?,
El director se quedó sin habla al ver las acciones de Salomé.
Se está volviendo cada vez más altiva. ¿Cómo pudo cambiar de personaje tan rápido?…
Melinda, por supuesto, no consiguió un taxi. Caminó por el lado de la carretera mientras murmuraba para si misma.
-Marcelo Lara… ¿Por qué su apellido es Lara? ¿Podría ser el apellido de su madre? ¿Cuándo se entero Santiago de este hijo suyo? Si el chico tiene veinte años, eso significa que Santiago solo tenía dieciocho años cuando tuvo al chico… ¿Santiago estaba demasiado asustado cuando era más joven? ¿Es por eso por lo que nunca reconoció a su hijo?
Melinda pensó que esta era la única explicación posible. Después de todo, no había otra razón para que interactuaran de la manera en que lo hacían. El rostro de Marcelo estaba lleno de desdén, y los ojos de Santiago estaban helados cada vez que miraba al chico. Sin embargo, en el fondo, Santiago se preocupaba por Marcelo.
Melinda solo movió la mirada cuando se dio cuenta de que un auto deportivo se detuvo junto a ella. Observó cómo Salomé salía del asiento del chofer. En ese momento, Salomé parecia una princesa que salió de un cuento de hadas. Llevaba un traje elegante y tenia el rostro lleno de maquillaje.
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—¿A dónde te diriges? -Salomé miró a la mujer-. ¿Necesitas que te lleven? No es fácil conseguir un taxi por aqui ofreció Salomé.
El instinto de Melinda le dijo que no interactuara demasiado con ella. Una parte de su mente le dijo que
Salomé no estaba siendo genuina. Salomé miró a la otra mujer durante un rato antes de volver a hablar.
Nos conocimos en alguna parte?-preguntó Salomé.
-Nos conocimos en la fiesta de cumpleaños de Jesica-contestó Melinda con voz tranquila.
Sin embargo, Salomé agitó la cabeza,
-No estoy hablando de nuestra reciente reunión. Estoy hablando del pasado.
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