apitulo 45
Lorena hizo una pausa e Inmediatamente abrió la página.
Aparecía video titulado Reglas Tácticas, y también estaba la actualización de Jorge de anoche.
Esta última era una broma en comparación.
Los famosos que lo apoyaron borraron sus mensajes y se mantuvieron silencios.
Y en la sección de comentarios, lo más interesnate fue los cibernautas que observan el asunto.
-La buena gente siepre se conviete en el objeto de acosar, ¿eres un ser humano? Eres un animal ¿no? -¡Qué psicológicamente perturbado tenía que estar ese hombre para arrodillarse y que le echaran la bebida encima! ¿Abandonó este circulo?.
-Este cabrón sabe actuar mejor que un actor, debería haber dejado la industria hace mucho tiempo. Lorena es dura, ¡te despidió en cuanto llegó al poder!
-La inclinación hacia Lorena se dispara… ¿quién no quería a una mujer que es guapa y tiene sentido de la justicia?
No lo había mirado más que unos instantes cuando sonó la voz de Elena:
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-Oi que Juan gastó dinero para colgar este video en Internet en tres días, a Jorge le arruinaría la reputación. ¿crees que lo hace por ti?
Lorena arrugó ligeramente el entrecejo, oír ese nombre le hacía doler el corazón.
Se tiró de la comisura de los labios y sonrió con frialdad:
-Se está escaqueando para protegerse, ¿quién no sabe que Jorge está a su servicio?
Elena dijo: -¡Hijo de puta!
Cuando colgó, Lorena abandonó el teléfono y fue a lavarse.
No gastó mucho en este asunto.
Estaba dándole vueltas a otra cosa.
La sangre o el pelo de Juan, ¿cómo podía conseguirlo?
Justo cuando estaba a punto de salir de casa, sono el teléfono móvil de Lorena.
Era Lola, la niñera que estaba antes en la nueva casa.
Hizo una pausa y recogió.
Se oyó la voz de Lola:
-Señora, estaba arreglando las cosas y vi una caja con sus objetos personales en el estudio, creo que son diarios o algo asi. ¿quiere volver a recogerlos?
Lorena se puso rigida, su corazón se aceleró momentáneamente, antes de hablar con calma:
-Bien, da la casualidad de que estoy haciendo unos recados en el barrio, así que lo recogeré por el camino… Por cierto, Señor López…
Dudo, naturalmente no quería ver a Juan.
Lola la entendió: -El Señor fue a la oficina por la mañana, no sabe nada de estas cosas.
-Gracias Lola.
Lorena curvó los labios, tomó las llaves del coche y se marchó.
Recordó que después de su primera cita, cuando él se marchaba, ella recogió los mechones de pelo
que se habían caido de la cama y los había guardado en su diario.
Un comportamiento bastante ridículo que la ayudó en este punto.
Cuando llegaron a la puerta del chalet, Lola la abrió y la miró con alegria, luego con lujuria.
Lorena no se dio cuenta de nada, asintió y entró.
Sólo para ver accidentalmente a alguien en la sala que no debería estar aquí.
Lola le explicó por detrás:
-Señor volvió de repente, vio esto y tuvo que esperarle aqui…
Dijo eso y se apresuró a salir de aquí.
Juan estaba sentado en su traje. Su aura era fría, pero de momento sus cejas contenían ganas de
explorar.
+15 BONUS
Levantó los ojos y miró a Lorena a la puerta, cerró el diario que tenía en la mano y enganchó los labios.
en una sonrisa:
-No me había dado cuenta de que me querías tanto, que incluso cuando estaba de viaje de negocios, me echabas de menos varias veces, y cuando te llamaba, te emocionabas tanto que no pudiste dormir
en toda la noche…
Juan expuso con franqueza sus sentimientos escritos en su diario.
Se sentía inmensamente seguro de que aquella mujer estuviera tan profundamente enamorada de él, y de que los tres años de viaje de su corazón estuvieran en el diario en detalles.
Al ver diarios, no pudo ocultar su alegria, y también sintió vergüenza y tristeza.
Ella le queria profundamente y él era totalmente inconsciente y la trataba con mucha frialdad.
Pero los diarios eran pruebas de su amor.
¿Cómo podía abandonar el amor por un desafio insignificante?