Capítulo 31
Susana se calló y asintió con un sollozo.
No le harla ningún bien quedarse más tiempo.
Lo entendió, Lorena no era tan débil como antes.
Lorena entrecerró la mirada con desdén y miró cortésmente al productor:
-Hoy se perturba su placer, tendré que compensarlo más tarde, ¿por qué no va a cambiarse de ropa
ahora?
El productor asintió y miró a Juan, probablemente todavía estaba receloso.
Juan frunció los labios y acababa de colgar el teléfono para que vinieran a recogerlo, volviéndose a decir al productor con una mirada profunda:
-Haré que lo investiguen bien.
Una vez que se fue, el productor se sintió aliviado y no pudo evitar quejarse:
iDed
dónde invitaste a esta princesa, que esta Susana es una artista de teatro, de verdad. Llevo tantos años en el círculo y nadie se atrevió a ponerme trampas!
Lorena se tiró de la comisura de los labios.
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En cierto modo admiraba a Susana, tenía medidas para conseguir que Juan confiara en ella sin limites.
El banquete de hoy no pudo seguir adelante.
Lorena y Javier se encargaron de dejarlos.
Los dos su fueron el último rato.
Nada más bajar del ascensor, los zapatos de tacón de Lorena se atascaron alli accidentalmente, y Javier, de forma inmediata e inconsciente, la sujeto y volvió a agacharse para quitarle los zapatos.
Lorena respiró aliviada y habló con una sonrisa:
-Gracias Señor Gómez.
Javier bajó inmediatamente la cabeza avergonzado al verse sacudido por la risa de ella:
+15 BONUS
-Es mi placer.
Esta escena fue vista por Juan que no estaba muy lejos y su rostro estaba oscuro.
Al segundo siguiente, se les acercó con prisa.
Lorena se vio sobresaltada cuando la alta figura apareció de repente frente a ella.
Al ver que era él, sus cejas se fruncieron ligeramente, y se mostró más recelosa:
-Sr. López, ¿aún no vuelves?
¿Cómo puedes dejar que Susana vaya sola por la noche?
Juan barrió a Javier con una mirada maliciosa y destellos frios en los ojos.
-Primero Miguel, ahora él, ¿cuántos hombres necesitas?
Alberto dijo que estaba bromeando con un hombre, y seria que este es el hombre
La ira en su pecho ni siquiera sabia de dónde venía.
Le habia explicado claramente el malentendido anterior, asi que ¿por qué no le había perdonado?
El rostro de Lorena hizo una mueca instantánea, sus ojos brillantes se volvieron frios.
-Juan López, ¿tengo que recordarte que estamos divorciados? ¡No es asunto tuyo cuántos hombres
tengo a mi alrededor!
Juan se enfadó al oir hablar del divorcio.
Al pensar en la escena en la que le sujetaron para que firmara los papeles, se le atascara el pecho.
Su mirada se ensombreció, apretó los dientes y dio un paso adelante:
-¡No te pases, aún no se anuncia al público el divorcio, y ahora lo que haces es igual que ponerme los
cuernos!
Lorena le lanzó una mirada ridicula mientras escuchaba.
¿Cómo pudo tener el valor de decir eso de manera digna?
Él fue quien prácticamente estaba infiel a su matrimonio, ¿y en este momento fue a culparle?
¿Este hombre era un bobo?
FIS NONUS
No pudo evitar poner los ojos en blanco y miró a Javier:
-Vámonos.
Javier asintió ligeramente y estaba a punto de dar un paso adelante para llevarle la bolsa a Lorenal cuando sintió una fuerte fuerza a su lado antes de que su mano tocara la bolsa.
Al verlos, Juan, sin saber de dónde venia la ira, tiró de Javier y le dio un puñetazo en la cara.
Javier sangró por la comisura de los labios y le miró sorprendido.
Juan se desabrochó los puños lenta y metódicamente, un escalofrio incontenible recorrió su cuerpo mientras se alzaba sobre el hombre que habla estado moviéndose tan intimamente con Lorena que la vileza que había en él no disminuyó nada.
-Juan López, ¿estás loco?
Lorena, con una cara fría, se puso delante de Javier para detener a su ex marido, y al ver a Juan que se acercaba poco a poco, levantó la mano y le dio una bofetada.