Capitulo 28
No se podía ver la expresión actual de Juan. Él dio la vuelta y se marchó con el rostro sombrio. No entendió por qué Lorena no lo habla negado antes. Con esta duda, sintió la decepción y la frialdad en su pecho, y algunas partes de su corazón gradualmente se volvieron frias y duras. A juzgar por eso, lo que se vela ver con los propios ojos no siempre era verdad.
Al ver que Juan no les echó culpa, las dos damas se sintieron aliviadas al instante.
Juan volvió al cuarto interior, viendo que Susana estaba sentada débilmente en el sofá, con una gasa
envuelta alrededor de la cabeza, con un aspecto miserable y lamentable.
Juan se la acercó. Cuando vio el lado derecho hinchado de su cara, sus ojos se volvieron profundos
ligeramente. Le preguntó con la actitud fría y escalofriante.
-¿Te duele?
Susana fingió ser fuerte, aspirando por la nariz y mostró una expresión afectada, diciendo:
-No me duele, Juan, no culpes a la señorita Suárez, sólo estaba tan enfadada que me empujó a sus
impulsos.
Escuchando lo que dijo Susana, Juan entrecerró los ojos y sintió un poco de impaciencia y fastidio en
su corazón.
Recordó la cara de Lorena sin defensa, y la verdad que la celebridad habla revelado accidentalmente. Por un momento sintió repugnancia por Susana, pero quería conocer la verdad, pues le preguntó:
-¿Ella realmente te empujó?
Susana se puso pálido, respondió con los ojos llorosos:
-Juan, ¿no me crees?
Juan dejó de mirarla, conteniendo sus emociones y frunciendo sus cejas, le contó:
-Susana, al principio te permiti volver a México, bebido a que le he prometido a Julio Mora que te
cuidaría, cuando el registro civil de Pedro esté listo, puedes llevártelo y marcharte de aqui.
Lo que dijo Juan hizo que Susana pusiera cara rigida ferozmente, se le hirió el corazón abruptamente. Era un golpe por sorpresa para Susana, así que levantó la cabeza y lo miró con la expresión increíble.
Ya que nunca pensaba que Juan la dejaria irse de veras
El día siguiente después del banquete..
Antes de comenzar el trabajo, Lorena se habla informado de antemano sobre los entresijos de la compañía de entretenimiento Aquila Voladora. Los intereses implicados eran variados y complejos, y la estructura accionarial era el resultado de un equilibrio de intereses de múltiples partes, Fiona era el mayor accionista, pero nadie se enteraba de su identidad.
A primera hora de la mañana, Lorena se dirigió a la empresa. Al empujar la puerta del despacho del presidente, vio que la persona dentro hablaba por teléfono. Fue Carlos Martin, primo lejano de Fiona, es decir, tio de Lorena. Ahora asumía el cargo de presidente de la compañia Aquila Voladora. Aunque tenia. cincuenta y tantos años, era apuesto y rico, y no parecia viejo en absoluto.
Él enarcó una ceja e hizo un gesto para que esperara.
Lorena asintió con la cabeza sonriente. Cuando colgó el teléfono, Carlos se la acercó y dijo sonriente:
-Cariño. ¿ahora has vuelto a casa?
Lorena bajo la cabeza con una risa triste: -Tio, por favor, ayúdeme luego.
Carlos asintió ligeramente, respondió con los ojos llenos de un poco de cariño:
-Deja que tu secretario te enseñará tu despacho, trabaja blen en el futuro, de lo contrario te descontaré
el sueldo.
Al escuchar lo que dijo, Lorena sonrió, sintiéndose afectuoso al instante, y se apresuró a pedir
clemencia:
-Tio, ten piedad, prometo completar la tarea.
Carlos se cayó de risa y dijo: -Dejaré todo el trabajo de seguimiento a tu secretaria, tú vuelve primero at
tu oficina y acude a mi si tienes algún problema.
Lorena asintió y estaba a punto de marcharse cuando Carlos la detuvo y le dijo frotándose las manos:
-Hay muchos chicos guapos en la empresa, si te gusta alguno de ellos, dimelo, ¡todos son tuyos!
Lorena reaccionó con una risa forzada y no sabia qué decir. Y luego siguió al secretario hasta su despacho. La oficina estaba justo enfrente de la de Carlos, con una superficie casi igual a la suya, y estaba ordenada, luminosa y cuidadosamente decorada con el olor de las flores fragante.
El secretario masculino, Javier Gómez, le entregó a Lorena un montón de listas e información. Javier
era atenta y perspicaz, y en un principio segula a Carlos, quien se la habla asignado.
-Directora Suárez, este proyecto es un entrenamiento para que los nuevos debuten, cooperando con un popular programa de entretenimiento, los que tengan cualificación y popularidad se quedan.
Lorena asintió y creyó que era sin duda el método más directo de selección.
Hojeó la información y vio el nombre de Susana en la última página. Se sobresaltó un poco. En este
momento, Javier le explicó:
Susana es la última persona que ha ingresado a la lista, valiéndose de las relaciones…