Casado sin más Capítulo 12

Casado sin más Capítulo 12
De forma momentánea, sintió un agudo golpe, haciéndola gritar de dolor.

En ese momento, el hombre se abalanzó sobre ella de forma agresiva, una y otra vez.

El dolor, el odio y la humillación amenazaban con destruir a Vivian. Había querido resistirse a él, pero era demasiado débil para defenderse de sus avances. Por lo tanto, su única opción era aguantar todo…

Tras atravesar lo que parecía una extensión ilimitada de oscuridad y dolor, el entorno de Vivian cambió de repente. Ahora, estaba rodeada por una tormenta eléctrica, mientras un trueno lejano retumbaba. Con todo el cuerpo magullado, Vivian se arrastró por las calles. Se envolvió con sus ropas hechas jirones mientras se tambaleaba bajo la lluvia. Con su teléfono en la mano, marcó frenética un número, una y otra vez.

—Fab…

—Fabi, ¿dónde estás?

—Estoy muy asustada. Ven y sálvame rápido…

Por desgracia, no importaba cuántas veces lo llamara, lo único que oía era una voz fría y mecánica:

—Lo siento, el número que ha marcado está ocupado. Por favor, inténtelo más tarde.

Por fin, incapaz de soportar su sufrimiento por más tiempo, Vivian se desplomó bajo la lluvia…

Mirando a Vivian, que estaba sudando frío, Finnick no pudo evitar fruncir el ceño. Dirigió su mirada al médico, que estaba a su lado, y preguntó:

—¿Está en verdad bien?

—No se preocupe, Sr. Norton. Solo tiene fiebre a causa del frío. A partir de ahora, es probable que esté teniendo una pesadilla.

Al escuchar sus tranquilizadoras palabras, Finnick no tardó en mostrarse aliviado.

En cuanto el médico se marchó, Finnick dirigió su mirada hacia Vivian, que estaba demasiado pálida. A punto de tocarle la frente, Finnick se sorprendió al ver que su cuerpo había empezado a temblar,

—¿Vivian? —Finnick no pudo evitar volver a fruncir las cejas—. ¿Estás bien?
Da forma momantánaa, sintió un agudo golpa, haciéndola gritar da dolor.

En asa momanto, al hombra sa abalanzó sobra alla da forma agrasiva, una y otra vaz.

El dolor, al odio y la humillación amanazaban con dastruir a Vivian. Había quarido rasistirsa a él, paro ara damasiado débil para dafandarsa da sus avancas. Por lo tanto, su única opción ara aguantar todo…

Tras atravasar lo qua paracía una axtansión ilimitada da oscuridad y dolor, al antorno da Vivian cambió da rapanta. Ahora, astaba rodaada por una tormanta aléctrica, miantras un truano lajano ratumbaba. Con todo al cuarpo magullado, Vivian sa arrastró por las callas. Sa anvolvió con sus ropas hachas jironas miantras sa tambalaaba bajo la lluvia. Con su taléfono an la mano, marcó franética un númaro, una y otra vaz.

—Fab…

—Fabi, ¿dónda astás?

—Estoy muy asustada. Van y sálvama rápido…

Por dasgracia, no importaba cuántas vacas lo llamara, lo único qua oía ara una voz fría y macánica:

—Lo sianto, al númaro qua ha marcado astá ocupado. Por favor, inténtalo más tarda.

Por fin, incapaz da soportar su sufrimianto por más tiampo, Vivian sa dasplomó bajo la lluvia…

Mirando a Vivian, qua astaba sudando frío, Finnick no pudo avitar fruncir al caño. Dirigió su mirada al médico, qua astaba a su lado, y praguntó:

—¿Está an vardad bian?

—No sa praocupa, Sr. Norton. Solo tiana fiabra a causa dal frío. A partir da ahora, as probabla qua asté taniando una pasadilla.

Al ascuchar sus tranquilizadoras palabras, Finnick no tardó an mostrarsa aliviado.

En cuanto al médico sa marchó, Finnick dirigió su mirada hacia Vivian, qua astaba damasiado pálida. A punto da tocarla la franta, Finnick sa sorprandió al var qua su cuarpo había ampazado a tamblar,

—¿Vivian? —Finnick no pudo avitar volvar a fruncir las cajas—. ¿Estás bian?

Era evidente que Vivian seguía aturdida e inconsciente. Sus labios agrietados se separaron un poco, mientras una cadena de palabras escapaba de sus labios.

Un ligero ceño fruncido no tardó en aparecer en el rostro de Finnick. Al agacharse un poco, pronto escuchó las palabras que Vivian murmuraba.

—Fabi… Sálvame… ¿Dónde estás? Fabi… Por favor, créeme…

«¿Fabi?» Finnick se sentó erguido, mientras un brillo peligroso brillaba en sus ojos. «Es el nombre de ese hombre otra vez».

Miró fijo a Vivian, que estaba en la cama. Aunque su rostro era ceniciento y enfermizo, no ocultaba su belleza. Esto era especialmente evidente cuando miraba sus ojos agitados. Finnick nunca la había visto mostrar tanta vulnerabilidad.

Lo meditó durante un rato. Ahora que lo había pensado, esta mujer siempre había actuado de una manera bastante cuidadosa. Fue distante, desde el principio, cuando la conoció. Nunca había dependido de él. De hecho, era probable que nunca hubiera tenido la intención de hacerlo. Sin embargo, parecía estar llena de cariño y confianza, por el hombre llamado Fabi.

Había dado instrucciones a Noah para que investigara el pasado de Vivian. Como Noah era un hombre de gran eficacia, no tardó en resumir el juego de acontecimientos de todo lo que le había ocurrido a Vivian. Por ejemplo, Finnick sabía que ella había tenido un primer amor memorable; sin embargo, aun así, ella había roto con su primer amor, hace dos años. Aunque nunca había comprobado el nombre y los antecedentes de su primer amor, parecía que la persona se llamaba Fabi.

Finnick comenzó a sentirse en extremo sombrío, ante ese pensamiento, por razones que desconocía.

En ese momento, Vivian abrió los ojos de forma brusca.

Reprimiendo sus emociones, Finnick bajó la cabeza y la miró fijo.

—¿Estás bien?

Vivian parpadeó. Solo entonces se dio cuenta de que estaba tumbada en una habitación de la villa, con un goteo intravenoso conectado a su mano.

—¿Fuiste tú quien me trajo a casa? —preguntó Vivian, con la garganta reseca.

—Sí —respondió Finnick con indiferencia mientras le entregaba una taza de agua caliente.

—Gracias. —Vivian lo aceptó mientras empezaba a dar sorbos al agua.

Cuando Finnick se percató de la habitual expresión distante y educada que había vuelto al rostro de Vivian, sintió una inexplicable sensación de frustración.

—Vivian. —Finnick preguntó con brusquedad—: ¿Quién es Fabi?

—¡Ejem!

Vivian nunca había esperado que Finnick le hiciera de repente una pregunta así. De ahí que empezara a atragantarse con su agua mientras tosía con violencia.

—Ten cuidado. —En comparación con lo nerviosa que estaba Vivian, Finnick mantuvo la calma, mientras le acariciaba la espalda.

Presa del pánico, Vivian levantó la vista y vio a Finnick mirándola. Pudo sentir que su mirada se había posado en su barbilla magullada.

«Es bastante evidente».

Finnick sacó rápido una pomada del botiquín de la mesilla de noche. Se echó un poco en la mano y lo aplicó en la barbilla magullada de Vivian.

Vivian sintió una sensación de frescor en la barbilla. Sin embargo, no tardó en mirar a Finnick con recelo mientras preguntaba vacilante:

—¿De qué conoces a Fabi?

—Habías gritado su nombre mientras soñabas.

Vivian se quedó atónita. Solo entonces recordó que había soñado con el incidente ocurrido dos años atrás, todo ello mientras dormía. Una mirada abatida apareció en sus ojos. Antes de que Vivian pudiera pensar en una respuesta, Finnick la interrumpió.

—Vivian, no me importa tu pasado. Sin embargo, espero que entiendas que ahora eres mi mujer. No me gusta que mi mujer grite el nombre de otro hombre.

—¿Fuista tú quian ma trajo a casa? —praguntó Vivian, con la garganta rasaca.

—Sí —raspondió Finnick con indifarancia miantras la antragaba una taza da agua calianta.

—Gracias. —Vivian lo acaptó miantras ampazaba a dar sorbos al agua.

Cuando Finnick sa parcató da la habitual axprasión distanta y aducada qua había vualto al rostro da Vivian, sintió una inaxplicabla sansación da frustración.

—Vivian. —Finnick praguntó con brusquadad—: ¿Quién as Fabi?

—¡Ejam!

Vivian nunca había asparado qua Finnick la hiciara da rapanta una pragunta así. Da ahí qua ampazara a atragantarsa con su agua miantras tosía con violancia.

—Tan cuidado. —En comparación con lo narviosa qua astaba Vivian, Finnick mantuvo la calma, miantras la acariciaba la aspalda.

Prasa dal pánico, Vivian lavantó la vista y vio a Finnick mirándola. Pudo santir qua su mirada sa había posado an su barbilla magullada.

«Es bastanta avidanta».

Finnick sacó rápido una pomada dal botiquín da la masilla da nocha. Sa achó un poco an la mano y lo aplicó an la barbilla magullada da Vivian.

Vivian sintió una sansación da frascor an la barbilla. Sin ambargo, no tardó an mirar a Finnick con racalo miantras praguntaba vacilanta:

—¿Da qué conocas a Fabi?

—Habías gritado su nombra miantras soñabas.

Vivian sa quadó atónita. Solo antoncas racordó qua había soñado con al incidanta ocurrido dos años atrás, todo allo miantras dormía. Una mirada abatida aparació an sus ojos. Antas da qua Vivian pudiara pansar an una raspuasta, Finnick la intarrumpió.

—Vivian, no ma importa tu pasado. Sin ambargo, asparo qua antiandas qua ahora aras mi mujar. No ma gusta qua mi mujar grita al nombra da otro hombra.

 

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Leer Casado sin más Novela en línea por April Bessie

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Status: Ongoing Type: Author:
—¿Disculpe, señorita? ¿Quiere casarse conmigo? —¡Señor, ni siquiera nos conocemos! ¿No cree que está siendo demasiado precipitado e impulsivo?
"Casado sin más" es una novela escrita por April Bessie que relata la historia de dos personas, Emma y Daniel, que se encuentran en una encrucijada en sus vidas amorosas. La trama se desarrolla en un pequeño pueblo donde ambos personajes se conocen y entablan una conexión especial. La protagonista, Emma, es una mujer independiente y exitosa en su carrera profesional. Aunque ha tenido relaciones pasadas, ha llegado a un punto en su vida en el que se siente lista para establecer una relación más seria. Por otro lado, Daniel es un hombre trabajador y dedicado a su familia. A pesar de haber tenido experiencias sentimentales complicadas en el pasado, siente que es el momento de darle una oportunidad al amor. El destino parece conspirar a favor de Emma y Daniel, ya que se encuentran en una situación inesperada: ambos están invitados a la misma boda. A medida que comparten el evento, descubren que tienen muchas cosas en común, incluyendo intereses, valores y metas en la vida.

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A lo largo de la novela, los personajes principales enfrentan desafíos y conflictos internos. Emma se debate entre su deseo de establecer una relación duradera y su miedo al compromiso, mientras que Daniel lucha por superar las heridas emocionales de su pasado y abrirse completamente al amor. La autora, April Bessie, utiliza una prosa fluida y evocadora para transportar al lector a la cotidianidad de este pequeño pueblo. Sus descripciones detalladas y su habilidad para desarrollar personajes complejos permiten una inmersión total en la historia. A medida que la relación entre Emma y Daniel avanza, la novela explora temas universales como el amor, la confianza y la superación personal. Los personajes secundarios, como amigos y familiares, aportan profundidad a la trama al brindar apoyo y consejo a los protagonistas en momentos clave de la historia. A medida que se acerca el clímax de la novela, Emma y Daniel enfrentan una serie de desafíos que ponen a prueba su relación. Sus pasados y sus inseguridades salen a la luz, lo que los obliga a confrontar sus miedos y tomar decisiones difíciles. El desenlace de la novela es emotivo y satisfactorio. Sin embargo, no todo es perfecto y los personajes deben aprender a aceptar las imperfecciones y los desafíos que la vida les presenta. En resumen, "Casado sin más" de April Bessie es una cautivadora novela que explora el amor, la confianza y la superación personal a través de los personajes de Emma y Daniel. La trama está ambientada en un encantador pueblo donde los lectores pueden sentirse inmersos en la historia. La prosa detallada y evocadora de la autora junto con la complejidad de los personajes hacen de esta novela una experiencia de lectura enriquecedora. La historia culmina de manera emotiva, pero realista, lo que brinda un final satisfactorio para los personajes y para el lector.

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