Capítulo 347
Aspen se quedó mirando hacia donde estaba Carol por un rato, antes de apartar la vista.
Lanzó la taza en el fregadero y camino hacia el baño.
Cuando vio a él desabrochándose el cinturón, el rostro de Carol se encendió, rojo como un tomate!
¡Estaba totalmente en shock!
¡Hasta los calcetines de Miro se le cayeron de las manos sin darse cuental
Carol ni siquiera pudo preocuparse por los calcetines, corrió fuera del baño.
“¿Quién es?” Detrás de ella, sono un golpe, como si Aspen, al ofr el ruido, intentara seguirla y se cayó por accidente.
Miro salió también, parado en la puerta de su habitación preguntó, “¿Qué pasa, mami?”
Carol, con la cara aún roja, respondió, “Tu papá estaba… en el baño.”
“¿Se cayó?“, preguntó Miro mientras caminaba hacia el baño.
Y si, Aspen se habia caido.
Estaba tan borracho que parecía un muñeco de trapo.
Miro corrió a ayudarlo, “¡Papá!”
Aspen tocó la cara de Miro, “Ah, eres tú, Miro.”
“Soy yo, te caiste porque estás borracho.”
“¿Me cai? No, no te preocupes, papá puede protegerte.”
Diciendo esto, intentó levantarse con dificultad, como si quisiera demostrarle a Miro que aún podía protegerlo.
Carol, temiendo que volviera a caerse sobre Miro, corrió a sostenerlo.
Pero Aspen la rechazó de nuevo, “¿Quién eres tú?!”
Miro rápidamente explicó, “¡Es mamá!”
La expresión de Aspen cambió, “¡Imposible! ¡Todavía no la he encontrado!”
Carol, con la voz firme, dijo, “Soy Carol! La que trajiste para cuidar de Miro.”
“¿Carol? Ah, ila tonta!”
Carol contuvo el aliento, con ganas de darle una bofetada.
¡Quién es el tonto aquí!
“¡Mujer insolente y fea!“, agregó Aspen.
Carol lo miró con una mirada que podría matar, si Miro no estuviera allí, ¡ya lo habría golpeado!
Miro, sintiéndose incómodo, primero le dio a su tonto papá una patada y luego miró a Carol,
“Mami, está borracho, no le hagas caso.”
Pero antes de que Carol pudiera responder, Aspen dijo,
“Claro que no me rebajaré a su nivel, ¿por qué discutir con una tonta? ¡Eso solo bajaría mi estatus!”
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Capítulo 347
Carol y Miro “…..
Antes de que pudieran reaccionar, Aspen suspiró profundamente y preguntó con voz de borracho,
“Miro, ¿ya no me quieres?”
“No, eso no es cierto.”
*¿Así que realmente te gusta Carol? Su hijo dijo que no fue ella quien te convenció, fuiste tú quien quiso ser su hijo. ¿La quieres más que a mi?”
“Miro, no puedo encontrar a tu mamá, quizás ella está enojada conmigo y realmente no me quiere. Si tú tampoco me quieres, ¿qué haré?”
Se veía tan vulnerable y diferente a su usual aire amenazante.
Cuando estaba sobrio parecía un matón, pero borracho era como un niño.
Se agachó frente a Miro, compartiendo sus sentimientos como un niño de tres años le confiaría sus secretos a otro de cinco.
Se podia sentir su célos y su dolor en cada palabra.
Miro, frunciendo el ceño, explicó,
“Me gusta mucho ella, y sí, fui yo quien quiso ser su hijo. Pero nunca pensé en dejarte, ¡nunca te abandonaré! Pase lo que pase, siempre estaré contigo, siempre a tu lado.”
Carol, casi sin darse cuenta, miró a Miro.
No sabía por qué, pero al escuchar esas palabras de Miro, sintió una emoción extraña surgir en ella, algo opresivo.
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Capítulo 347
Aspen se quedó mirando hacia donde estaba Carol por un rato, antes de apartar la vista.
Lanzó la taza en el fregadero y camino hacia el baño,
Cuando vio a él desabrochándose el cinturón, el rostro de Carol se encendió, ¡rojo como un tomate!
¡Estaba totalmente en shock!
¡Hasta los calcetines de Miro se le cayeron de las manos sin darse cuenta!
Carol ni siquiera pudo preocuparse por los calcetines, corrió fuera del baño.
“¿Quién es?” Detrás de ella, sono un golpe, como si Aspen, al oír el ruido, intentara seguirla y se cayó por accidente.
Miro salió también, parado en la puerta de su habitación preguntó, “¿Qué pasa, mami?”
Carol, con la cara aún roja, respondió, “Tu papá estaba… en el baño.”
“¿Se cayó?“, preguntó Miro mientras caminaba hacia el baño.
Y sí, Aspen se había caído.
Estaba tan borracho que parecía un muñeco de trapo.
Miro corrió a ayudarlo, “¡Papá!”
Aspen tocó la cara de Miro, “Ah, eres tú, Miro.”
“Soy yo, te caíste porque estás borracho.”
“¿Me caí? No, no te preocupes, papá puede protegerte.”
Diciendo esto, intentó levantarse con dificultad, como si quisiera demostrarle a Miro que aún podía protegerlo.
Carol, temiendo que volviera a caerse sobre Miro, corrió a sostenerlo.
Pero Aspen la rechazó de nuevo, “¿Quién eres tú?!”
Miro rápidamente explicó, “¡Es mamá!”
La expe
Spen cambió, “¡Imposible! ¡Todavía no la he encontrado!”
Carol, con la voz firme, dijo, “¡Soy Carol! La que trajiste para cuidar de Miro.”
“¿Carol? Ah, ¡la tonta!”
Carol contuvo el aliento, con ganas de darle una bofetada.
¡Quién es el tonto aquí!
“¡Mujer insolente y fea!“, agregó Aspen.
Carol lo miró con una mirada que podría matar, si Miro no estuviera allí, ¡ya lo habría golpeado!
Miro, sintiéndose incómodo, primero le dio a su tonto papá una patada y luego miró a Carol,
“Mami, está borracho, no le hagas caso.”
Pero antes de que Carol pudiera responder, Aspen dijo,
“Claro que no me rebajaré a su nivel, ¿por qué discutir con una tonta? ¡Eso solo bajaría mi estatus!”
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Para are el grifs hatia que levantaris, no pretomarlo hacia abajo Ei grifa estaba cerade deberia habers levantado, pero lo presionaba hacia abajo
Carol pensó que iba a orpillarse los dientes, y justo cuando iba a sugerirselo amablemente, et de repente sató medio vaso de agua del fregadero
Se lo llevó a la boca y empezó a beber
Ay, nor Carol se quedo helada
Esa era el agua de los calcetines sucion
Put Carol casi no pudo contener lare gama de vomitan
ande
*¿Quién está ahí? Aspen Gianec metar ger grimes wez que había alguem de en ba
La minó con desconfianza, con una mirada sombra
Carol, asustada, rápidamente se cubre la buna, tomundte van deuberta in ese momento por su vanada antimidande
El acababa de beber et aqua com la que levate le caltaties, it suat ana un sagrato Sestante grande, ¿suficiente como pars que la alimwaram, Aut
Aspen estaba tan bonacho que, a giman die tuner & Carol juato didame, apiman gustia warte