Fabián llevó su lonchera a la despensa para calentarla. Sin embargo, no esperaba toparse con Vivian y quedó perplejo.
El rostro de Vivian se volvió impasible. Se dio vuelta para irse pero Fabián la llamó.
“¡Viviana!”
Vivian no se detuvo en seco y continuó saliendo. Sintió a Fabián agarrando su muñeca y tuvo que detener sus pasos. Vivian se dio vuelta y fue recibida por la mirada exasperada de Fabián.
“Vivian.” El rostro de Fabián se hundió. “Te estaba llamando. ¿No me escuchaste?
“Hice.” Su tono era frío. “Simplemente no quería responderte”.
La indiferencia de Vivian dolió a Fabián. Inconscientemente, la apretó con más fuerza.
“¿Aún estás enojado por lo que pasó en la fiesta?” Fabián intentó reprimir su frustración. “Lo siento mucho por eso. Realmente no tengo idea sobre las fotos. Tienes que confiar en mi. No recurriré a actos tan despreciables”.
Vivian no quiso hacerle caso. Sin embargo, cuando lo escuchó decir “tienes que confiar en mí”, la burla pasó por su rostro. “¿Confiar en ti? ¿Confiar en ti cómo? ¿Confías en que destruirás mi reputación? ¿O confiar en que no te detendrás ante nada para atormentarme?
Fabián palideció cuando ella arremetió contra él. Furioso, exigió: “Vivian, ¿no sabes qué clase de persona soy, dado que nos conocemos desde hace tanto tiempo? ¡No recurriría a actos tan deplorables incluso si te odio!
Las palabras de Fabián la hicieron reír.
Su sonrisa burlona tenía un toque de impotencia. “Fabián, me pediste que confiara en ti. ¿Pero alguna vez has confiado en mí?
Fabián estaba desconcertado. No esperaba que ella dijera eso.
“Nos conocemos desde hace mucho tiempo. Y hemos estado juntos durante tres años completos. ¿No sabes qué tipo de persona soy? Vivian le estaba repitiendo como un loro sus palabras. Sus ojos se pusieron rojos mientras continuaba: “A pesar de todo, elegiste olvidar quién soy con sólo unas pocas fotos y algunos rumores infundados en aquel entonces. Siempre has elegido confiar en los demás”.
Fabián estaba conmocionado.
¿Que esta diciendo ella?
¿Me está acusando de no confiar en ella en aquel entonces?
“¡Estos son dos asuntos no relacionados!” Fabián se irritó inexplicablemente. “Bien, supongamos que te he entendido mal en el pasado. Entonces, ¿te importaría explicarme cómo tú, un reportero de baja categoría, te casaste con mi tío? ¿No es esa la mejor evidencia de que no se detendría ante nada para casarse con un miembro de una familia rica? Además, el otro día vi cómo os mostrásteis todos mansos delante del señor Hark. Simplemente no quería mencionarle esto al tío. ¡Me temo que no tiene idea de qué clase de mujer eres!
Vivian se dio cuenta de algo sorprendente cuando miró a Fabián. Perdí mi tiempo y energía hablando con este imbécil.
Soy una puta a sus ojos. ¿Por qué debería molestarme en hablar de confianza con él?
Ja. Soy un idiota.
Fabián pensó que Vivian se había quedado sin palabras cuando se mantuvo en silencio. Miró las marcas rojas aún visibles en su cuello. El monstruo que había en él despertó al verlo.
“¡Dices que debería haberlo sabido mejor, pero no creo haber visto a la verdadera Vivian durante los tres años que hemos estado juntos!” Fabián le gruñó: “La Vivian William que conocía se sonrojaría incluso cuando la tomo de la mano, pero ¿qué pasa con la verdadera Vivian William? Aún podrías desfilar con esas marcas rojas en el cuello. ¿No tienes vergüenza, Vivian?
Fabián sabía que sus palabras eran duras. Hace unos años, no habría creído que pudiera pronunciar palabras tan profundas.
Sin embargo, sintió que se volvía loco ante Vivian. Ya no se sentía él mismo.
Vivian estaba extrañamente tranquila cuando Fabián la insultó. Ni siquiera sintió la necesidad de refutarlo. Su mirada se volvió helada.
“Fabian Norton”, murmuró Vivian en voz baja, con tono impasible. “Un día, cuando te des cuenta de que todas estas son sólo tus suposiciones, nunca te perdonaré, incluso si vienes a suplicarme”.