“¿Por qué necesito hacerlo? ¿No es obvio? Sólo has estado casado una vez. Hunter se encogió de hombros.
Vivian sonrió para sí misma. Quizás ella realmente estaba pensando demasiado.
“¿Me guardarás este secreto? No quiero que Finnick sepa de la existencia de Larry”, suplicó Vivian. Larry era todo su mundo. ¡No podía permitir que Finnick se lo quitara!
“Por su puesto que lo hare. Ya te lo prometí una vez en el barco, ¿no te acuerdas? Hunter dijo claramente. “No te preocupes”, añadió cuando vio el dolor en sus ojos. “Siempre cumplo mis promesas. No lo olvidaría, incluso si tú lo haces algún día”.
Parecía insinuar algo mientras decía eso. Las alarmas de Vivian volvieron a sonar débilmente, cuando sintió que él estaba a punto de revelar algo.
“Gracias”, dijo ella, sin atreverse a mirarlo a los ojos.
“No seas tan formal conmigo”, respondió Hunter con cierto afecto.
Su impresión de Vivian cambió completamente después de este encuentro. Ella era más fuerte y más valiente de lo que él jamás podría imaginar.
Mark era un individuo difícil de derrocar. Incluso con el poder del Grupo Morrison del lado de Vivian, no fue tarea fácil. Pero Vivian no se rindió. Seguía buscando incansablemente pistas contra Mark.
Su independencia y fuerza sólo sirvieron para atraerlo aún más. ¿Qué debe hacer? Hunter no creía que pudiera apartar los ojos de ella.
Vivian sintió la mirada incesante de Hunter sobre ella y se sintió profundamente incómoda. ¿Por qué no habla y por qué me mira así? Esta parece una forma inapropiada de mirar a un amigo.
Incapaz de soportar la tensión romántica límite entre ellos, Vivian intentó romper el silencio.
“Tú…” comenzó, pero fue interrumpida por el teléfono de Hunter.
Hunter le lanzó a Vivian una mirada de disculpa y atendió la llamada. Para su sorpresa y diversión, vio que era Evelyn quien lo llamaba.
Respondió la llamada sin dudarlo frente a Vivian. “¿Si, que es eso? Estoy con Vivian ahora… ¿te gustaría unirte a nosotros?
“Muy bien, entonces te enviaré la dirección. Te veo en un rato.” Hunter cortó la llamada y la miró.
Hunter le envió un mensaje de texto a Evelyn y se volvió hacia Vivian. “Era Evelyn”, explicó. “Ella quiere conocerme”.
El corazón de Vivian dio un vuelco al saber eso. “Hunter, no le has dicho que ya me había enterado de su plan, ¿verdad?” preguntó tentativamente.
“No, Vivian, no lo hice. Y no planeo hacerlo”, refunfuñó Hunter con cansancio. ¿Cuándo aprendería a confiar en mí sin reservas? “Te lo prometí una vez antes y ahora estoy de tu lado. Por supuesto, no le diría algo como esto”.
¿De su lado? Las palabras de Hunter la preocuparon. ¿Desde cuándo se convirtió en su aliado? ¿Y de dónde vino esta queja?
Desde el día en que ella le prometió ser su amiga, su actitud hacia ella había sido muy extraña.
Hunter solía intentar adulársela, pero ella era consciente de sus motivos y, en consecuencia, mantuvo las distancias como espectadora y no como participante. Pero ahora parecía que Hunter realmente se preocupaba por ella; ella podía sentirlo. Era una preocupación tangible y nada parecida a cómo solía ser.
¿Pero por qué? ¿Fue tan simple como dijo? ¿Que solo eran amigos?
“Vivian, ¿qué pasa? ¿Qué tienes en mente?” Hunter agitó una mano delante de su cara, confundido por su repentino ensueño.
“Oh, nada”, dijo Vivian mientras recuperaba el control de sí misma. “Gracias de nuevo por mantener mi secreto a salvo”.
“Vivian, ¿cuántas veces quieres agradecerme hoy?” Hunter reiteró. “No tenemos que ser tan formales el uno con el otro”. ¿Cuándo empezará a comprender que él no es un extraño para ella?