Por un momento, el corazón de Vivian se ablandó. Al fin y al cabo, Fabián fue el amante con el que pasó los mejores momentos de su vida.
Sin embargo, nada permaneció igual; todo había cambiado. Conoció a Finnick, y él…
Pensando en Ashley, se alejó del abrazo de Fabián. “Fabián, todavía tienes a Ashley. ¿No te casarás con ella pronto? Puedo ver que ella te ama. Ambos serán felices”.
Cuando Vivian mencionó a Ashley, Fabián se puso excepcionalmente agitado. Parecía disgustado por ella.
Gritó: “¡No menciones su nombre! ¿Sabes por qué me caso con ella? Eso es porque ustedes dos se parecen. Quiero usarla para vengarme de ti. Nunca la he amado; Sólo te tengo a ti en mi corazón. Vivian, estoy arrepentido. Te odié mucho en aquel entonces porque te amo. ¡Te amo, Vivian!”
Vivian se sorprendió al escuchar la confesión de Fabián. Sus ojos eran tan sinceros y apasionados como solían ser.
Él había estado ocultando su amor de ella por miedo; él pensaba que ella era alguien mala y no podía creer en ella. Sólo en ese momento en que arriesgó su vida para salvarla del fuego, Vivian pensó que el viejo Fabián había regresado.
“Vivian, eres mía. Eres mía… Quiero volver a la universidad. Volvamos juntos, ¿vale? Volvamos al campus. Somos la pareja perfecta”. La forma en que Fabián miraba a Vivian era intensa y ansiosa.
Fabián se dio cuenta de que Vivian lucía extraordinariamente hermosa esa noche. Estaba perdido en su belleza.
Ellos dos eran los únicos en la oficina. El cielo se había oscurecido y fuera de la ventana se veían las luces de la ciudad. Era un momento perfecto para hacer ciertas cosas. Cualquiera en un lugar como este tendría una oleada de calor corriendo por sus venas.
¿De quién no fue maravillosa la juventud? Independientemente de lo maravilloso o trágico que fuera, cada recuerdo se convertiría en un momento nostálgico de la historia después de años.
Cuando los dos se convirtieron en pareja, prácticamente eran la comidilla de la universidad. Montó su bicicleta para llevarla a la universidad y la envió de regreso a casa. Comieron juntos, vieron películas juntos e hicieron trabajo social juntos. Eran como gemelos, destinados a estar juntos para siempre.
Esa dicha se congeló en ese momento hace dos años. Después de eso, su felicidad se hizo añicos y se desvaneció. La crueldad e indiferencia anteriores de Fabián se habían convertido en una cicatriz en el corazón de Vivian que era imposible de arreglar.
Vivian dijo: “Fabián, ambos somos adultos. Deja que el pasado permanezca en el pasado. No podemos volver a hacer esto”.
“No, Vivian. No. No seas tan cruel conmigo…” Fabián dio pasos lentos hacia ella. “Dame una oportunidad. Dame una oportunidad más. Te amaré apropiadamente esta vez. Yo te protegere. Te daré todo lo que Finnick no puede darte”.
Vivian retrocedió unos pasos y finalmente chocó contra la pared de la esquina. Un matiz de miedo cubrió su corazón y murmuró: “Fabián, no te acerques más. Estas borracho. No te culpo por esto. No te acerques más. Me he enamorado de Finnick. Lo siento, Fabián”.
¡Se enamoró de otra persona!
¡Me está diciendo que ama a Finnick!
Fabián se derrumbó. Ella no acepta mis súplicas.
Quizás fue el alcohol, o quizás fue la falta de voluntad de Fabián para admitir la derrota. Cuando vio que Vivian lo evitaba, corrió hacia ella y la obligó a abrazarla.
Su fuerza era grande y su cuerpo estaba aplastando el de ella. Ella no podía moverse.
“Fabián, detente. Fab…” Antes de que pudiera terminar la frase, los labios de Vivian fueron sellados por los de Fabián.
Él la estaba besando con fuerza. Él estrelló despiadadamente sus labios contra sus labios y su cara. Incluso si Vivian estuviera luchando y suplicando, él no podría dejar de besarla. Quería besarla por el resto de su vida.
El anhelo que estuvo sellado en su corazón durante años hizo que no estuviera dispuesto a dejar ir a Vivian. Haría cualquier cosa para que ella volviera a su lado.
El beso de Fabián fue tan contundente pero apasionado. Ella no pudo esquivarlos; ella no pudo defenderse en absoluto.