“¿Y qué si ya tengo cinturón negro? Hay algo que se llama aprendizaje permanente. Lo mismo ocurre con el Taekwondo: competir constantemente con personas que son más fuertes que nosotros, el espíritu competitivo de los deportes. ¿Cómo podría rendirme después de un fracaso?
No tenía una formación académica alta ni era bueno con las palabras. Por lo tanto, Nancy a menudo obtendría una ventaja superior a la hora de defender sus propias decisiones.
Sin embargo, en ese momento, ambos estaban cavilando sobre el tema del Taekwondo: Nancy insistió en que quería continuar, mientras que Caspian insistió en que renunciara.
Caspian estaba furioso al sentir que Nancy se alejaría de él si continuaba practicando Taekwondo.
“Quiero que te detengas”. Esta vez su tono fue más severo.
“¿Quieres que me rinda?” Nancy aclaró que no esperaba que Caspian fuera tan persistente.
Caspian evitó su mirada y avanzó para comprobar su herida. Sin embargo, Nancy sacó la pierna del taburete para evitar sus manos. Se quedó paralizado en su posición mientras estaba desconcertado.
“¿Significa que tendré que dejar de hacer aquello con lo que no estés satisfecho en el futuro?” Nancy cuestionó.
“Sabes que eso no es lo que quise decir”, explicó Caspian frenéticamente.
“Entonces, ¿qué quieres decir?” Nancy preguntó en un tono más suave al notar su expresión de disculpa.
“Creo que, como esposa, debes poner a tu familia en primer lugar. Mira este. Te lesionaste la pierna por culpa del Taekwondo. Está causando problemas innecesarios. Si hubieras dejado el deporte antes, no te habrías lesionado”.
Ese fue el día en que Caspian habló con mayor fluidez en toda su vida; incluso él mismo se sintió convencido por sus palabras. Sin embargo, pareció alimentar la ira de Nancy.
“¿Innecesario? ¿Qué estás diciendo? No entiendo ni una sola palabra”. Nancy se esforzaba por no estallar en ira.
Nancy se puso de pie. Caspian estaba preocupado por su lesión y quería abrazarla, así que extendió sus brazos en un intento de ayudarla.
Sin embargo, Nancy se encogió de hombros y exclamó: “¿Quieres decir que cuidar de mí es una carga para ti?”
“¿Por qué piensas de esta manera? ¡Sabes que eso no es lo que quise decir! -exclamó Caspian-.
“Lo lamento. Supongo que no soy lo suficientemente inteligente como para entender tus palabras”, dijo sarcásticamente. Se ajustó las zapatillas y explicó: “Todo lo que siento fue tu falta de comprensión hacia mi pasatiempo y tu desdén hacia mí. No te preocupes. No te molestaré con mi lesión. En su lugar, deberías aprovechar el tiempo para ayudar a Larry”.
Se dirigió a la habitación sin volverse.
Caspian no podía comprender la situación y sintió que había un muro invisible entre Nancy y él.
Se sentó en el asiento en el que estaba Nancy y sintió su calidez; era como si pudiera acortar la distancia entre ellos.