Capitulo 1351
El tipo detrás de Vivianale había dado instrucciones de como lidiar con Carla, asi que estaba preparada. Pero frente a las preguntas intensas de Carla, se sintió un poco insegura. “Carla yo soy la dueña de esta casa, no tengo nada que esconder”
Carla miró a Viviana con calma, “Viviana, mirame a los ojos y dimelo otra vez
Viviana la mird, aunque estaba un poco nerviosa, sermó de valor y dijo, “Carla, jou te pasa? ¿Alguien te dijo algo? Siéntate, tenemos que hablar.”
Carla seno un poco. Quizás estoy pensando demasiado”
Viviana pregunté. “¿En qué estás pensando?”
Carla nego con la cabeza. “Nada en particular.”
Viviana vacilo un momento, luego dijo. “Por qué no te quedas a dormir en mi casa y hablamos esta noche?”
“No es necesario, me voy a casa” Carla se dio la vuelta y comenzó a caminar lentamente hacia fuera.
Cada paso era pesado.
Sentia una gran presión en sus pies.
Cuando salió de la casa de Vivians, tropezó un poco y todo su cuerpo se tambale
Viviana la suetó rápidamente, “Carla, te acompaño a casa”
Carla movió su mana y dijo: “No es necesario, puedo ime sola
Después de unos pasos, Carla se agachó lentamente, mirando por el rabillo del ojo hacia atrás
Cuando se aseguro de que Viviana no la estaba mirando, se desplomo en la neve y cerró los ojos…
Estaba fingiendo desmayarse
Si no se equivocaba, ese hombre misterioso era Enzo Farré. Si la vela desmayada, seguramente apareceria
Estaba nevando y el suelo estaba fri
Apesar de estar abrigada y tumbada en el suelo, Carla estaba rodeada de frio, pero no podia moverse
No sabia qué otra forma podria hacer que ese hombre apareciera
Luego, Carla oyo el grito de Viviana, “Carla.”
Luego oyo pasos rápidos.
El sonido de unos pasos se acercaba desde lejos, definitivamente no eran de Viviana
Tenían que ser los pasos de un hombre
¿Seria ese hombre Enzo?
Carla no lo sabía
Su corazón latia con fuerza, tan fuerte que parecia que iba a saltar de su garganta.
Escucho los pasos cada vez más cerca, y luego se detuvierona sulado
Al segundo siguiente, su muñeca fue agarrada por una mano fuerte.
Carla resistió al instante, agarrando la mano, “Alejandro, no puedes escapar.”
Pero cuando abrió los ojos, no era la persona que esperaba ver.
Spartak se vela un poco incómodo, “Carla, soy yo.”
Carla, agarro su mano para levantarse, dejó escapar su decepción, “¿Por qué eres tú? ¿Donde está Enzo?”
Spartak respondió, Enzo me pidió que te protegiera. A pesar de que se separaron, no me dejó regresa asi que yo..
Carlano le creyó, “Es el el verdadero dueño de esta casa, ¿cierto? Que salga y hable conmigo, tengo preguntas para él.”
Spartak respondid. He estado a tu lado todo este tiempo, así que no sé mucho acerca de lo que está pasando con él.”