Capitulo 100
“Lidia, tú tenías razón, tengo que darles una explicación al y Carlita“, entro la abuela Luisa empujando la puerta, con voz sonora. “Alejandro no es un ser humano!”
ya no quiere
All entrar a la habitación, la abuela Luisa siguió insultando sin importarle nada: ‘Fue él quien quiso divorciarse al principio y hacerlo. ¿Qué cree que es Carlita? Este desagradeddo, si se atreve a aparecer frente a mil de nueva, le rompere las piemas. ¡Estoy que me muera de la rabia!”
Luisa entro gritando y Lidia no supo qué decir, Induso trató de calmarla: “Luisa, no te molestes, siéntate y toma un poco de agua, no te vayas a enfermar de la colera.”
Luisa se acero a la cama de Lidia, agarró su mano con fuerza y dejó caer algunas lágrimas: “Lidia, sé que eres de buen corazón, pero no puedo aprovecharme de tu bondad y dejar que esto pase asinomás.”
Lidia, al ver a su veja amiga lorar también comenzó a llorar. “No es culpa de los niños, si hay que culpar a alguien, somos nosotras Sino hubiéramos ins stido en casarlos, nada de esto habría sucedido.”
“No es tu culpa, Carlita es una niña estupenda, si hay que culpar a alguien, es a mi por no haber educado bien a ese ingrato de Alejandro“, dijo la abuela Luisa, secándose las lágrimas. “Aunque tú na le tomes en cuenta, yo no lo dejaré pasar. Lida, prepara tus cosas, ven conmigo a recuperarte, gastaremos todo el dinero de ese tipo jundas.”
Carla, que había sido ignorada por las dos ancianas todo el tempo, se dio cuenta de que algo andaba mal y rápidamente intervino: “Abuela Luisa, yo pagaré les gastos médicos de mi abuela, no hay necesidad de usar el dinero de Alejandro”
“Abuela, tengo dinero, aunque sequian casados, Carla realmente no queria tener nada que ver con Alejandro. No queria que el la controlara en él futuro por razones económicas
Pero Luisa no la escucho “Ahora él insiste en no divorcarse. ¿quién sabr que malas intenciones tiene? Por si acaso, es mejor que él pague. Dejen que el paque el precio por su capricho.
Luisa estaba indignada, como si Alejandro fuera un gran villano a sus ojos.
Sin embargo, la decisión final no dependia de la abuela Luisa sno de su propia Lidia. Carla la mir: “Abuela, ¿qué opinas?”
Lidia pensó por un momento “Carlita, crec que tu abuela Luisa tiene razón, iré con ella a Monte Sur”
Carla se preocupó “Abuelas, por favor calmense, esto no es algo trivial, podemos hablario bien?”
Luisa dio Calmarme? Ese desobligado hijo casi me mata de la rabia, ¿cómo voy a calmarme? Lidia, Carita, no se preocuper, ya les proteger.” Lidia tambier dijo: “En realidad. Alejandro es un buen chico, pero no se puede forzar el matrimonio.”
“¿Qué tiene de bueno? Tiene 28 años y nunca ha tenido una relación amorosa. Sola se casó a regañadientes cuando lo presioné y luego arruino su vida matrimonial, dol Luisa, aparentemente regañando, pero en realidad alabando a su nieto
Las dos ancenas discutian y Carla no podia meter bocado, solo podia mirar con impotencia como la Luisa se llevaba a su abuela.
Luisa obviamente estaba bien preparada, con la ambulancia y el médico esperando en la puerta del hospital.
Alver a su abuela subirse al coche, Carla se sinto muy taste: “Abuelas…”
Las dos abuelitas hicieron un ademain con la mano y dijeron. “Alejandro ya nos consiguió una enfermera, que sabe cuidarnos mejor que tú, asi que vuelve a hacer lo que debes hacer rapido.
Carla les dijo: “Cuidense mucho, iré a visitarlas durante mis vacaciones“.
Luisa agregó: “Cres joven, deberías estar saliendo con alguien, no siempre preocupándote por nosotras. Sino–disfrutas tu vida, también nos resultaris molesta“.
Qué cosa, ya estaba casada, cómo podría tener citas?
No quería que la gente pensára que estaba siendo infiel.