Capítulo 68
Odalys simplemente pensó que Gerson estaba teniendo otra de sus crisis y, con los ojos en blanco, siguió caminando sin darle importancia.
El deseo de posesión es una debilidad común en los hombres; todo lo que consideran parte de su territorio no permiten que sea codiciado por otros, y mucho menos permiten codiciar lo ajeno.
Al entender esto, incluso si Gerson parecia estar celoso en ese momento, Odalys no se conmovia en lo más
minimo.
Pero apenas habia dado unos pasos, alguien agarró su brazo con fuerza
La fuerza del hombre era considerable, y Odalys sintió que su muñeca estaba a punto de ser aplastada.
Con un siseo de dolor, frunció el ceño y hasta su voz cambió de tono: “Suéltame.”
Gerson pareció volver en sí y aflojó un poco la presión, pero no la soltó completamente.
Su rostro seguia frio, sus palabras escasas: “Vamos.”
“Necesito trabajar, no me molestes…”
Pero Gerson no le dio opción a rechazarlo y la arrastró hacia la salida.
*¡Cuñado! Mi hermana se casó contigo, ¿y no le das dinero para gastar?” La voz acusadora de Sara resonó detrás de ellos, cualquiera que no conociera la situación pensaría que era una hermana defendiéndola de un mal hombre.
Gerson se detuvo y giro ligeramente la cabeza.
Sara en realidad le tenía algo de miedo, pero para hacerle la vida imposible a Odalys, se armó de valor y se acercó: “Mi hermana no pudo pagar ni siquiera cien mil por un cuadro, y tuvo que dejar que otro hombre pagara por ella, cuñado. ¿no es eso desatenderla?”
Odalys miró friamente a su hermana, Sara era como una cucaracha saliendo del desagüe, siempre persiguiendola.
La mirada de Gerson cayó sobre el cuadro que Odalys sostenia, su voz era tranquila: “¿Bruno pagó el dinero?”
No era algo que requiriera mucha reflexión, combinando el contenido de su conversación era fácil deducirlo. “Lo compré yo misma,” Odalys no queria involucrar a Bruno y explicó pacientemente: “Bruno solo me ayudó a manejar el asunto, si no me crees–
Gerson esperaba que ella le dijera que preguntara a alguien, pero en lugar de eso, Odalys, con el rostro frio. sacó su mano de su agarre con fuerza, “No hay nada que pueda hacer“.
Odalys se dio la vuelta para regresar al área de exhibición, cuando su teléfono sonó. Ella sacó el móvil sin prestar atención al hombre que la seguia, quizás lo habia notado pero no queria lidiar con él.
Ese día llevaba zapatos planos y cómodos, Gerson era mucho más alto que ella y con solo inclinarse podia ver en la pantalla el nombre de la llamada entrante.
“Bruno, Ramiro, la vida privada de la Sra. Borrego parece bastante rica.” La voz de Gerson estaba llena de sarcasmo, y su ira era palpable. Él, como hombre, entendia muy bien esas intenciones la forma en que *Ramiro la miraba, claramente tenía malas intenciones.
Odalys tenia una buena relación con Ramiro, pero solo durante el trabajo, fuera de eso no tenian mucho en común, así que estaba segura de que si él la llamaba ahora, seria por asuntos de trabajo.
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Ella queria deshacerse de Gerson antes de contestar la llamada, pero él la segula como sombra, y parecia tener la intención de no dejarla. Odalys, Impaciente, dijo: “Estoy trabajando, deja de seguirme.”
Gerson sonrio con desden: “¿Qué, interrumpo tu cita con 617”
Odalys, conteniendo su temperamento, decidió ignorarlo y contestó la llamada: “Ramiro, ¿qué pasa…?” No terminó la frase cuando el teléfono le fue arrebatado por una mano que se extendió sobre su cabeza- Odalys se giro y vio a Gerson con el rostro sombrio colgar la llamada y apagar el teléfono de un golpe. tomando su mano y dirigiéndose a la salida,
Ella trunció el ceño, intentando resistir y empujarlo, pero al final no logró ningún efecto; todavia fue arrastrada fuera del área de ventas por ese hombre.
Odalys, con los dientes apretados, Insistió: “Todavia estoy trabajando, no puedo irme.”
“¿Qué pasa? ¿El hijo de papà que organiza la exposición no puede pagar siquiera a los empleados y busca ayuda externa?”
Por supuesto, sabia que Odalys no era una empleada, solo decia eso porque estaba molesto y quería burlarse de ella.
Cuando pasaron por las escaleras, Bruno bajaba justo en ese momento y al ver a la pareja con un ambiente claramente tenso, trunció el ceño ligeramente, “¿No dijiste que me esperarias en el segundo piso?”
Gerson: “Como tardabas tanto en subir, bajé a ver qué pasaba.”
En un momento de silencio, él deslizó un cheque en blanco hacia Odalys:
Ella lo miró sorprendida. ¿Acaso era una indemnización por terminar la relación, para que ella escribieral cualquier cantidad?
Gerson captó su pensamiento de inmediato y se rela con desden: “¿Tú me debes varios millones y aún. piensas en una indemnización? ¿Qué tan grandes son tus sueños para que sueñes así? Devuélvele el dinero a Bruno.”
Odalys contuvo su ira con esfuerzo para mantener la calma en la superficie, y no aceptó el cheque que él le ofrecia. “Puedo pagar esa deuda yo misma.”
La mirada fria del hombre se clavó en ella, sus ojos brillaban como hielo triturado, “Parece que tienes mucho dinero, entonces seguramente no te importará el interés de tres millones, mañana le diré a Alejo…”
Al oir ese nombre. Odalys sintió un escalofrio. Arrebató el cheque en blanco de las manos de Gerson, lo llenó rápidamente con los números, mientras pensaba maliciosamente en añadir urbs ceros extras para que él sintiera el golpe.
Pero era solo un pensamiento pasajero; al final, todo coste recaeria sobre ella.
Pasó el cheque a Bruno, “Gracias por lo de hace rato, Bruno.”
Su voz era suave, con una sonrisa lenta.
¡Era un contraste absoluto con la actitud defensiva que mostraba frente a Gerson, como si quisiera transformarse en un erizo y clavarle sus púas!
Gerson se mantuvo tranquilamente a un lado, pero sus ojos estaban llenos de frialdad.
Bruno no se opuso y, justo cuando estaba por hablar, Odalys fue arrastrada por el hombre.
Bruno:…
Fuera del recinto, el clima era frio y sombrio.
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Capitulo 68
Habla estado lloviendo desde la mañana y ahora la lluvia era aún más fuerte.
El auto de Gerson estaba estacionado no muy lejos, pero incluso asi, Odalys se habla mojado,
Después de subir al auto, no pudo evitar tiritar y tomó algunas servilletas para secarse el agua del rostro, “Habla de una vez, tengo que ir a trabajar. Devuélveme mi celular.”
No sabia si Ramiro la buscaba por algo importante.
El hombre entrecerró los ojos al mirarla…
Por la lluvia, ella se vela pálida y sus labios ligeramente azulados; su impaciencia se hacía más evidente. Estaba aturdido, pensando en la sonrisa que le habla dado a Bruno hace un momento…. hacia mucho que no veia una sonrisa en ese rostro.
La mujer que solia mirarlo con ojos llenos de expectativas ahora ni siquiera tenia la paciencia para hablarle adecuadamente. No estaba burlándose de él, estaba ansiosa por dejar en claro sus limites.
Gerson apretó los labios, encendió el coche y subió al máximo el aire acondicionado, pero como el motor aún no estaba caliente, el aire que soplaba era frio.
Odalys estaba temblando de frio y justo cuando iba a estallar, Gerson redujo la velocidad del aire y cambió la dirección de las rejillas.
Después de un rato, habló con voz baja: “Si no tienes dinero, ¿por qué no me lo pediste?”